Un recién titulado universitario, al igual que un individuo con experiencia en el mundo laboral, no puede dejar al azar su propia carrera ni debe fiar a los demás su futuro profesional. Debe planificar por sí mismo y construir un plan de vida laboral: el qué, el cómo y el dónde quiere llegar para, al menos, poder intentarlo con sentido común y con tenacidad.
Este tema es absolutamente fundamental, dramáticamente decisivo en la vida de las personas y muchas veces olvidado (craso error). Si uno no dirige su barca hacia donde quiere, a pesar de las olas, las mareas y los vientos, si no intenta dominar el timón y va corrigiendo el rumbo cuando sea necesario, no puede después quejarse de aparecer a muchas millas de distancia de su objetivo.
"Si no diriges tu propia carrera profesional, otros lo harán por ti"